1 de mayo de 2007

Los amigos hacen regalos


Permanentemente Gerardo, alguien al que considero un compañero de ruta en este caminos de almas que llevamos, me hace regalos que no puedo dejar de publicar, porque además de hermosos, tienen una sintonía con mi latido interno.
¡Gracias Gerardo!!!!!

Un regalo de algo que nos da la vida.


Vengo del más allá de las alturas
convertido en sonido y en silencios,
desde el fondo del mar
y más allá de los planetas llego tibio
anidando en cada pecho
un lenguaje de ecos que alucinan.
Vengo de montañas escondidas
y de ríos bañados de espuma
entre sus piedras,
vengo de las noches que gimieron
encontrando los besos y los cuerpos,
de las ansias, de los sueños y de los entuertos.
Soy etéreo y furtivo,
y navego las velas que van hacia horizontes,
soy renuncia, entrega y despedida
y la herida que sangra y también que cicatriza.
Soy lejano, oscuro y tenebroso,
casi un misterio que aguarda entre las sombras
y amanece prendido entre las rosas.
Soy cercano, viviente, enardecido,
soy luz de esplendor y bienvenido,
soy alegría y tristeza,
soy barco que se aleja y barco que regresa.
Soy como el agua del río que pasa inadvertida,
amando si, mucho a las vidas
porque en ellas convivo y les trasciendo,
soy su entraña, su alma, y pensamiento,
soy luz y más luz SOY EL RECUERDO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Belleza de regalo... nadie ha dicho nada?

Yo me veo reflejada como espejo.
Entre sonidos y silencios, las ansias y los sueños, la entrega y la despedida...

El agua de este mar
aquí se acuna