25 de septiembre de 2007

Pequeña Historia
















Dedicada a "Carlos Naúfrago"



Había una vez ......
Un hombre viajaba cada día en el autobús para ir al trabajo
Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba en el lado de la ventanilla.
La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto,
iba tirando algo por la ventana...
Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre
le preguntó qué era lo que tiraba por la ventana.
- ¡Son semillas! - le dijo la anciana .
- ¿Semillas? ¿Semillas de qué?
- De flores.
Es que miro afuera y está todo tan vacío...
Me gustaría poder viajar viendo flores durante todo el
camino.
¿Verdad que sería bonito?
-Pero las semillas caen encima del asfalto,
las aplastan los coches, se las comen los pájaros...
¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?
-Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan,
alguna acabará en la cuneta y, con el tiempo, brotará.
- Pero...Tardarán en crecer, necesitan agua ...
- Yo hago lo que puedo hacer.
¡Ya vendrán los días de lluvia!
La anciana siguió con su trabajo ...
Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar,
pensando que la anciana había perdido un poco la cabeza.
Unos meses después...
Yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana,
vió todo el camino lleno de flores...
¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje!
Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto.
Preguntó al conductor :
-¿La anciana de las semillas?
-Pues, ya hace un mes que murió.
El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.
«Las flores han brotado, se dijo,
pero ¿de que le ha servido su trabajo?
No ha podido ver su obra».
De repente, oyó la risa de un niño pequeño.
Una niña señalaba entusiasmada las flores...
- ¡Mira, padre! ¡Mira cuantas flores!

¿Verdad que no hace falta explicar mucho
el sentido de esta historía?

La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo, y dejó su herencia a todos los que la pudieran recibir, a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.
Dicen que aquel hombre, desde aquel día,
hace el viaje de casa al trabajo
con una bolsa de semillas que...

Esta pequeña historia, está dedicada a todos aquellos maestros, educadores, profesionales de la enseñanza,
que, hoy, más que nunca, no pueden ver como crecen las semillas plantadas, las esperanzas sembradas en el corazón, sobretodo, de los adolescentes que llenan sus clases.

Y como los padres son, o deberían ser,
los grandes educadores,
también está dedicada a ellos.

Porque... Educar es enseñar caminos.

13 de septiembre de 2007

Tal vez... Sólo tal vez...
















Si en este mar de dudas,
que es la vida,
diéramos una vuelta a esa mirada,
tal vez, sólo tal vez,
¿Podríamos asumir tales certezas?

…Y si el Sabio, místico y perfecto,
nos puso en este sendero de sospechas,
tal vez, sólo tal vez,
pudo haber sido,
para poder llegar a ser espejo de su espejo…

Me conecto con este mirar lleno de dudas,
encontrándome justa,
en este cosmos de vislumbres,
arremeto decidida en la confianza,
que mi ser espiritual tiene su norte…

Y allí voy,
ínfimo engranaje del gran reloj de Vida
con este mínimo verbo entre los labios…
Ahondando cielos, entre dudas sencillas,
y caminando sin más,
hacia el gran misterio interior que nos habita…