28 de agosto de 2007

A Mar







El tiempo…
La vida…
Tu historia…
Mi historia…
Caminos desandados,
a tientas,
como podemos, como pudimos…
Y nuestros corazones palpitan,
el alma se alboroza ante el verbo…
Verbo divino,
que nos convoca a derramar,
a inaugurar el canto poético…
Y somos eso…
Pequeñas musas…
Gritando…
Susurrando…
las palabras que vienen desde muy lejos…
Desde lugares estelares…
Desde vuelos ausentes de señales,
o de certezas cuajadas de rocío…
Y cantamos desde el lugar más recóndito…
Y sublimamos las letras…
Y las divinizamos
tratando de ser…

Que el cielo te envíe señales de salud…
Mientras eso llega:
¡¡¡Sé feliz!!!

Te extrañaremos mucho

María Inés

4 comentarios:

Irene dijo...

Desear felicidad a la gente que apreciamos es un sentimiento hermoso, que nos saca de nosotros mismos para centrarnos en los demás.
Besos, María Inés!

:D dijo...

estoy viendo tu blog con sabina de fondo, pero no lo estoy viendo de mirar x mirar asi! estoy en un estado que la verdad estoy sumergido en ese fondo negro y por ahí salgo y ojeo lo que hay en él... Miro las letras y las sonrio! viajo por las fotos y por la musica querida de mi alma... Arriba la gente como usted y todos ustedes!

Anónimo dijo...

Hola Maria inès

Hoy solo paso a saludar y a pedir que pases por mi blog,hay algo para ti...

Cariños y abrazos....

Anónimo dijo...

Mujer hermosa!
De nuevo en la senda de los días.
Ya lejos de esos olores y colores blancos que tan lejanos son a mi sino!
Pasando de a poco ahora, por las orillas más queridas, viejas y nuevas... y con el deseo de un pronto retorno.
Leo palabras como las que acabás de escribir y el cielo se puebla de estrellas.
Y al parecer, sólo vivir, que es maravilloso.

Gracias por todo!
Un fuerte abrazo!

(Y gracias por la música! ;-))