3 de noviembre de 2008

Porque no quisimos o porque no pudimos...

Encuentro en el silencio la palabra justa,
medida,
atinada...
Las notas por si mismas no hacen partitura,
son simplemente ruido...
Sin pausa no hay melodía.

Las palabras son ruido sin la pausa adecuada.

No hay comprensión sin silencio
como no hay diástole sin sístole...

Sin embargo,
vivimos un mundo donde todo es ruido.
El apuro tomó la posta y todos corremos
en un ambiente histérico
donde no hay otra llegada que la muerte.

Apurada por el apuro,
la muerte se siente dueña de nosotros
y nosotros contentos...

Será que enloquecimos
buscando lógica en las pequeñas cosas.
Los que como yo,
vivimos los nostálgicos sesenta, yo tal vez de reojo,
pero sentí su influencia...
no nos acostumbramos a los nuevos códigos de vida.

Otrora había tiempo para todo.
El apuro no se concebía,
al contrario,
la reflexión era protagonista,
los ideales,
una bandera que cualquiera podía tomar,
ser diferentes,
era un plus,
algo que hablaba de creatividad,
de personalidad...

Hoy son todos iguales,
los jóvenes parecen clonados,
mismas expresiones,
ropa idéntica,
hasta los gestos son similares.
Se ha masificado la gente
casi sin darse cuenta,
recibiendo mansamente
una cultura globalizada
que no identifica ni siquiera
a los jóvenes de donde viene esa bajada de línea.
Se los prepara para no pensar,
se los educa para no tener criterio,
y nosotros somos parte de esa historia...

Porque fuimos nosotros
los que formamos estos jóvenes,
fuimos nosotros
los que le hicimos creen en el supra valor del dinero,
fuimos nosotros
los que de una u otra manera,
no supimos transmitir...
Por miedo,
por hipocresía,
por vanidad,
por ambición,
por dejadez,
por falta de amor,
los valores relevantes de la vida...
"Y hoy vamos camino a ser víctimas
de víctimas,
inexorablemente."

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