Como mi hábitat es un jardín eso define mi condición de tigre urbano.
Soy astuto y alegre.
Miro los atardeceres con atención y laxitud.
Soy naturalmente rebelde.
Me organizo bien en el día a día.
Convivo mejor con la rapidez y el orden que con los criterios que comulgan con el libre pensamiento.
Soy un incansable caminante de mi jardín. Sin embargo, dentro de él, tengo rincones cuyas preferencias dependen de mi estado de ánimo.
A veces el sueño me pesca debajo de un ficus...
Otras, mi personalidad lúdica me encuentra manoteando las flores...
Y muchas más veces, la vida me pilla sobre el pasto, tomando el sol de la mañana, acompañado por el canto de los pájaros y el vuelo de las mariposas.
Espero la comida con la comodidad de saber que logro mi sustento...
Y me sorprende la noche con su aire fresco y el sonar de llamadores que por todas partes musicalizan mi vida...
Así que cuento con orquesta y buen toldo...
...Por si acaso...
Busco reparo seguro cuando la intemperie me sacude con una lluvia tormentosa que me angustia.
Duermo en paz... La vida, después de todo, me ha dado buen trato.
Soy un paladín del universo con ideales comunes y me enamoro fácilmente de las rosas ...
Olfateo con placer el olor de la tierra mojada e...
Inspiro... Inspiro, tan pero tan profundamente, que el aire me llega al alma...
Miro hacia el cielo y...
Entre ronroneos y otros ruidos murmuro suavemente:
"Gracias".